Mucha mierda

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Si alguien te dijera mucha mierda lo lógico sería que tu primer pensamiento fuera: “menudo gilipollas”. Sin embargo, automáticamente tendrías que disculparte mentalmente, ya que esa persona lo único que ha hecho es desearte suerte. Mucha mierda es una expresión que usamos hoy en día, pero tenemos que trasladarnos a los siglos XVI y XVII para conocer su origen. Durante esos siglos, la gente que tenía mucha pasta, pelas, perras o guita, en definitiva, mucho dinero, acudía al teatro en coche de caballos. Y claro, esos caballos tenían unas necesidades que depositaban en la puerta del teatro. Así, cuantos más excrementos había en la puerta, más exitosa había sido la obra. ¡Sabemos que estás deseando usar esta expresión!